Entre las posibles secuelas (sintomatología) que puede generar la Esclerosis Múltiple, estamos acostumbrados a oír hablar de los denominados “síntomas invisibles”. Nos referimos con este término a aquellos síntomas que, sin ser evidentes para los demás, pueden generar importantes dificultades, a la persona afectada, para el desarrollo de sus actividades de la vida diaria.
Uno de estos síntomas sería, de modo general, la fatiga; y de modo particular, la fatiga mental.
Referido a ello de modo concreto, un grupo de investigadores del University Medical Center of the Johannes Gutenberf-University Mainz, en Alemania, ha desarrollado un estudio cuyos resultados muestran diferencias en el cerebro de personas afectadas por EM y fatiga mental. “Concretamente encontraron cambios en el tálamo, en relación con una menor anisotropía fraccional y mayores valores medios de difusividad”.
Actualmente, a través de la terapia neuropsicológica (más información), se pueden abordar las dificultades cognitivas derivadas de la patología, a través del entrenamiento y aprendizaje de mecanismos de compensación. Desde esta área se fomenta, especialmente, que la persona mantenga hábitos de ejercicio mental saludables que contribuyan al mantenimiento y/o aumento de nuestros recursos cognitivos.
Podéis leer la noticia completa referida al estudio mencionado pinchando aquí.
Esperamos que la información resulte de vuestro interés.
Un saludo y que tengáis muy buen día.
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